domenica 24 aprile 2011

Perchè sono necessari modelli alternativi

La natura ti entra dentro e ti riempie: i colori e i suoni ti aprono la porta a un mondo che nel corri-corri della città rimane nascosto, occultato dal rumore del cosiddetto progresso.
Spostandosi un poco più giù della superficie in realtà ciò che si trova è alienazione. La sfida di guadagnarsi uno spazio nella lotta per l’esistenza è sfociata nell’idea di poter sottrarsi alle leggi della natura: convinto della sua superiorità, l’essere umano ha voluto chiamarsi fuori dai meccanismi che regolano il mondo, promuovendo modelli di crescita continua in un contesto di risorse e spazio limitati.

Por qué son necesarios modelos alternativos

…La naturaleza te entra dentro y te llena: los colores y sonidos te abren la puerta a un mundo que en el corre-corre de la ciudad queda escondido, ocultado por el ruido del supuesto progreso.
Moviéndose un poco más abajo de la superficie, en realidad lo que se encuentra es alienación. El desafío de ganarse un espacio en la lucha de la existencia se ha traducido en la idea de poder sustraerse a las leyes de la naturaleza: convencido de su superioridad, el ser humano ha querido llamarse fuera de los mecanismos que regulan el mundo, promocionando modelos de crecimiento continuo en un contexto de recursos y espacio limitado.

Settimana Santa 2011

Venerdì Santo… Lontano dalla città e direi dallo stesso mondo frenetico.
Qui in Dominicana la gente sfrutta la Settimana Santa per andare in campagna, dove in un passato non molto lontano le famiglie si riunivano in preghiera: era al tempo stesso ragione di reincontro e partecipazione al ricordo del sacrificio di Cristo, verso la celebrazione della sua resurrezione.
Oggi restano l’incontro e la celebrazione con la familia, la classica habichuela con dulce e in qualche caso la vita religiosa. Molto spesso, Settimana Santa è niente di più che partecipare al rituale vacanziero che riempie spiagge, resorts, fiumi e colmadones.

Semana Santa 2011

Viernes Santo… Lejos de la ciudad y diría del mismo mundo frenético.
Aquí en Dominicana la gente aprovecha la Semana Santa para salir hacia el campo, donde en un pasado no muy lejano las familias se reunían en oración: era al mismo tiempo razón de reencuentro y participación en el recuerdo del sacrificio de Cristo, hasta la celebración de su resurrección.
Hoy quedan el encuentro y la celebración con la familia, las clásicas habichuelas con dulce y en algunos casos la vida religiosa. En muchos casos, Semana Santa es nada más que participación en el ritual vacacionista y gozadero que llena playas, resorts, ríos y colmadones.