Frecuentemente se
escuchan preocupaciones sobre la "fuga de cerebros", como una amenaza que
estaría minando la estabilidad de muchos países, incapaces de mantener entre
sus fronteras las personas formadas en las diferentes áreas del saber.
Creo que el
problema a la base de esta preocupación está en que junto con la globalización económica
y financiera, la apertura de los mercados y de la libre circulación de las
mercancías y personas, no se ha todavía logrado desarrollar una globalización
de la ciudadanía: nosotros, hombres y mujeres del siglo XXI, nos acostumbramos
a viajar libremente y a comprar productos que llegan de las partes más
recónditas del mundo y, sin embargo, seguimos aplicando esquemas mentales
nacionalistas viejos de cientos de años.
Todavía no somos
capaces de sentirnos ciudadanos del mundo, la única verdadera casa que cada uno
de nosotros comparte con todos los demás.
Si lográramos
interiorizar este concepto, no nos preocuparía atrapar las personas, ni
vincularlas a un pedacito de tierra, entre fronteras específicas.
Si lo pensamos
bien, cuando invertimos en la formación de una persona, estamos preparándola
para que sea un buen ciudadano, sea donde sea que se desarrolle su actividad en
el futuro: estamos garantizando que en un punto del planeta habrá una
persona capaz, que estará formada con valores que le permitirán actuar en un
mundo que necesita de gente libre que actúe con conciencia crítica.
Si trabajamos
para una educación de calidad, lograremos desarrollar un modelo que llamará más
personas, muchas de las cuales decidirán quedarse a trabajar con nosotros, pues
normalmente cada uno de nosotros, más allá de las presiones sociales, se
orienta hacia condiciones que le permitan sentir satisfacción y encontrar un
sentido a su existencia. De esa manera, contextos que garantizan la oportunidad
de aprender libremente y libremente implementar acciones en la sociedad, de
acuerdo a la capacidad y el aprendizaje desarrollados, en el mediano-largo
plazo, son aquellos que tienen mayor potencial de incrementar su personal y de
ser sostenibles.
¡No hay que
tenerle miedo a ser libres y formar personas libres!
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