domenica 24 aprile 2011

Por qué son necesarios modelos alternativos

…La naturaleza te entra dentro y te llena: los colores y sonidos te abren la puerta a un mundo que en el corre-corre de la ciudad queda escondido, ocultado por el ruido del supuesto progreso.
Moviéndose un poco más abajo de la superficie, en realidad lo que se encuentra es alienación. El desafío de ganarse un espacio en la lucha de la existencia se ha traducido en la idea de poder sustraerse a las leyes de la naturaleza: convencido de su superioridad, el ser humano ha querido llamarse fuera de los mecanismos que regulan el mundo, promocionando modelos de crecimiento continuo en un contexto de recursos y espacio limitado.
Dichos sistemas resultaron aparentemente exitosos en un mundo con una densidad poblacional considerablemente baja, donde el número reducido de personas en un espacio abismalmente grande hacía que cualquier impacto pudiera ser adsorbido, sin consecuencias visibles para la sociedad humana.
Esto contribuyó a una idea de omnipotencia que persiste a pesar de las evidencias contrarias producidas por un mundo donde los espacios vitales se han reducido cada vez más, mientras que las presiones sobre ellos han venido creciendo a ritmo acelerado.
Prescindiendo de las consecuencias en término de insostenibilidad de los actuales sistemas sociales, una actitud de ese tipo genera profunda insatisfacción, debido a la desarmonía asociada a lo construido por el ser humano y lo que este último ha encontrado ya producido: el mismo hecho de distinguir entre “natural” y “artificial” implica que haya algo que resalta de manera desafinada respecto a lo que lo rodea.
Buscar una reconciliación entre ecología (del griego oikos logos) y economía (del griego oikos nomos), bajo el concepto de que “ambiente”, según su origen latina, es todo lo que rodea el sujeto y del cual el mismo sujeto es parte, representa no sólo una obligación para la supervivencia de la especie humana, sino también la única salida de la profunda alienación e insatisfacción que suben del mundo harto de consumo.

Nessun commento:

Posta un commento