domenica 9 settembre 2012

Reflexiones sueltas sobre la discriminación

¿Por qué existe tanta discriminación hacia personas como nosotros? A veces miro con rabia al blanco de mi piel... no es esto que me hace más limpia ni más gente que a un haitiano. La esclavitud ha terminado formalmente hace tiempo. Sin embargo, su carga de ideas negativas sobre la negritud se ha mantenido viva, llegando hasta nuestros días. Cuando el otro día, frente a la resistencia que me hacía un hombre al yo querer cruzar el Río Nizaito, le dije que había recibido noticia de que otras personas habían cruzado, él me dijo que eso no era cierto, pues nada más habían cruzado unos haitianos... no gente... Y de inmediato llegaron a mi mente la cara sonriente y dulce de Tonton... y pensé: "Es mucho más gente que este hombre que está adelante de mí"! Haití todavía está pagando su culpa por haberse atrevido a ser el primer país de negros a gritar al mundo su independencia. Y, como pasa frecuentemente, cuando te repiten continuamente una cosa, susurrándola vilmente a tu oído, tu resistencia inicial se debilita progresivamente, hasta desvanecer en la convicción que los blancos tienen la razón... y se vuelve complicado encontrar una llama de rebelión que esté todavía viva. Lo que te abre a mejorar tu mentalidad, dejando por un lado limitaciones y sesgos culturales, son solamente el encuentro y el diálogo con otras personas y culturas. Sin embargo, para que esto ocurra, es esencial contar con la posibilidad de sentarse a la misma mesa y ser escuchado en igualdad de condiciones. Hoy en día, se hace un gran hablar de derechos humanos, pero todos los principios pasan por el filtro de la cuenta bancaria de uno: no es verdad que un haitiano ante los ojos del mundo vale lo mismo que un europeo. ¿Por qué yo debería valer más que un niño haitiano, frecuentemente invisible hasta para la sociedad de su mismo país? ¿Qué mérito hemos tenido por nacer en la parte de mundo que ha conquistado la otra con la violencia, acabando con cientos de culturas pacíficas que nos acogieron como amigos y fueron aplastadas como enemigos? Y sin embargo, seguimos luchando con uñas y dientes para defender los privilegios heredados.

1 commento:

  1. Es de preguntarse cuánto tiempo se necesitará para que el principio de humanidad que une a todos los integrantes de la única gran raza humana logre superar aquellos elementos que tiendan a encontrar puntos para separar unos pueblos de otros, o si el tiempo sencillamente acentuará un paradigma que ha trascendido épocas y sociedades prometiendo sobrevivir a las formalidades que lo llaman a la abolición.

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