La existencia es un recorrido tortuoso, por el cual se vuelve a veces difícil orientarse, pues, mientras se camina, las curvas son tan estrechas que te llevan en sentido contrario al de la meta esperada.
Sin embargo, si persistimos, al final, nos damos cuenta de que avanzamo en el sentido correcto... ¡"La Vida escribe derecho en líneas torcidas"!
En la medida en que nos abandonamos al flujo de la existencia, la vida nos sorprende, haciéndonos enamorar de ella a través de las cosas pequeñas, detalles inocentes que nos calientan el corazón, cuando logramos agarrarlos, lejos del ruido del vacío grandilocuente.